Reemplazo a un empleado
¿Por qué la IA nunca podrá reemplazar a un empleado?
Para que el ser humano sea reemplazado, se necesitarían una infinidad de máquinas con distintas habilidades, y no sólo una. No todas las funciones se pueden automatizar. Cuando se trata de puestos que requieren resolución de problemas, liderazgo e iniciativa, la IA nunca podrá reemplazar a un buen profesional.
1. Empatía e implicación
Hoy en día, hay robots cirujanos, e incluso bots terapeutas si necesitas apoyo psicológico. Pero nada puede sustituir la implicación y la empatía de las que somos capaces los humanos. Los cuidadores, terapeutas y médicos sí pueden mostrar sinceridad y empatía hacia sus pacientes: esto es algo que una máquina no puede hacer.
2. Iniciativa
Los empleados que toman la iniciativa y buscan proactivamente áreas de mejora aportan a sus empresas un valor incalculable. Los empleados comprometidos y proactivos son de enorme valor para las empresas.
La IA es eficaz ejecutando instrucciones e incluso detectando nuevas tendencias o pautas, pero todavía no es capaz de identificar e iniciar nuevas tareas por sí sola.
3. Creatividad
Un empleado creativo ayuda a su empresa a pensar en grande y, a veces, de forma completamente inédita. Es en este contexto donde se crean nuevos productos, se plantean nuevas iniciativas y se producen los grandes avances.
La creatividad es un ámbito en el que a la IA aún le falta mucho camino. Una máquina puede imitar una obra humana con mayor precisión en cada nueva iteración, pero crear algo nuevo y único es una capacidad que sigue siendo exclusiva del ser humano.
4. Trabajo en equipo
Los empleados que trabajan bien en equipo saben unir esfuerzos entre compañeros y departamentos para impulsar a la empresa hacia un objetivo común.
Un programa de IA responde al feedback directo, pero carece de sentido de compañerismo o colaboración. Por tanto, aunque una empresa pueda prescindir de los humanos para algunos procesos, es imposible reproducir artificialmente la percepción de trabajo en equipo (y las ventajas que conlleva).
5. Adaptabilidad
Un buen empleado acepta el cambio y se adapta cuando es necesario para la buena marcha de la empresa.
Las máquinas, en cambio, están programadas para desempeñar funciones específicas. Si un cambio en el sector exige un viraje operativo inmediato, la empresa tendrá que asumir el coste de rediseñar o sustituir su tecnología.
6. Aportación social
Los empleados contribuyen a esa economía local, creando empleos, ayudando al medio ambiente y fomentando a la comunidad.
La robótica, el aprendizaje automático y la IA no tienen esa virtud. De hecho, las empresas que eliminen puestos de trabajo mediante la automatización corren el riesgo de distanciarse de su entorno social, lo que puede dar lugar a dificultades para mantener la oferta y la demanda.
7. Comprensión del contexto
Uno de los motivos por los que las personas crean más valor que la IA es que un humano entiende los factores y circunstancias de la empresa en su contexto de la vida real, mientras que una máquina no dispone de esos datos externos. La inteligencia artificial tiene su límite en los datos que recibe. Una persona, en cambio, abarca todo aquello que queda más allá los datos, es decir, el contexto.